Presente.

Sí, para vos. Apenas me enteré de lo que pasó, intenté ayudarte, no pude tanto el primer día. Pero dije que iba a estar ahí con vos y estuve. Nos contamos, nos dejamos querer, nos dimos amor. Me contaste lo de tu abuela, me puse mal. Casi quiebro pero por así decirlo. Terminé arreglando encontrarme con ustedes dos el día miércoles, pero no pude por cuestiones con mi vieja, entonces decidí verte hoy.

Esperé con ganas verte hoy, salí como a las 2 y 45 de la casa de mi amigo, motivo de ir a verte.

Llegué bien hasta el 1500 pero me perdí en los últimos números, no me acordaba si era 62-75-72-73, un lío. Encontré tu casa de pedo, porque miré al aire y ahí vi como el toldito de tu terraza. Toque timbre a mami macu, y me abriste. Fue una experiencia rara, pero hermosa. Te seguí por tu casa, subía, estaba medio tímido al principio. Fuimos a ver a mili, pero dormía. Después, nuestro encuentro tomó cita en tu cuarto.

Ahí ocurrió lo mejor de la tarde. Los primeros 10 minutos, preguntas tontas, después me solté. Y cuando me solté, no paramos de reírnos. Las pelotudeces que hicimos no tienen precio alguno, fue lejos una hermosa tarde. Los goles de aymar, los bailes de cris, el intento de juegitos, llamar a mami porque Pili me pegaba, todo excelente.

Agarrar el palo con la bocha y decir: Listo, vamos a jugar al volley, fue re lindo.

Gracias a dios te pude conocer, te quiero mucho y siempre te quiero ver bien. Son cosas que a todos nos pasan, tarde o temprano. Por suerte pude hacerte reír, te quiero ver bien.

Gracias por la tarde Pili, gracias.